TERRITORIOS DEL EGO 9



PENSAR QUE NO PODEMOS ENFADARNOS. Tener debilidades, sentir cualquier emoción negativa estando en el camino de la conciencia.

Sentir que debemos ser perfectos, practicar nuestros ejercicios de meditación, recitar nuestros mantras, danzar haciendo nuestros ejercicios de tai chi, autosanarnos con el Reiki, y creer que todo esto nos apartará de experimentar las emociones que nos desplazarán desde nuestro centro de equilibrio, es una soberana estupidez.

Además pensar que por estar en este camino de búsqueda interior, no podemos enfadarnos nos llevará a un esforzado ejercicio de represión de la ira y de los enojos, que harán su aparición más tarde en forma de rencor, crítica o rechazo.

Mientras estemos en este plano tridimensional, material, mental y emocional, viviremos las situaciones y emociones que correspondan a este plano de conciencia. Algunas de estas sensaciones son positivas, constructivas y muy placenteras, otras no.

El tener el conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva que se produce tras ciertas emociones no las hace desaparecer. Sabemos lo malo que puede llegar a ser el enojo, y sin embargo, en ocasiones no podemos evitarlo.

En realidad si que podemos evitar enojarnos, asustarnos o angustiarnos, pero eso exige un trabajo, un entrenamiento mental y emocional, que nos conduzca a desarrollar una capacidad de autoobservación automática y constante de nuestras emociones. Durante este trabajo interior, habrá momentos en que podamos controlar el impulso, pero no nos engañemos, habrá otros momentos en que no podamos ejercer el control tal como hubiéramos deseado y caigamos en el enojo. Una vez que aparezca la emoción negativa, tendremos que descargarla de la manera más positiva posible, e intentar no implicar a nadie. Lo que no se puede hacer es engañarse, decir que "todo está bien en mi mundo", cuando la realidad es otra muy diferente.

La mayoría de las personas que transitan el camino de la conciencia son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de emociones. Esto sólo se logra a través de un largo proceso de transformación de pautas mentales.

Seamos amables con nosotros mismos, aprendamos a querernos, y de vez en cuando démonos el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, llorar y expresar, sin dañar a nadie, todas las emociones que percibamos como negativas y nos esté tocando vivir.

La autocrítica es una las peores armas de destrucción masiva de nuestro ego. Aprendamos a querernos, cuidarnos y a autovalorarnos y dejemos que el ego, a fuerza de intentar gritar en nuestro cerebro, vaya perdiendo poco a poco su voz.

Posted by Altair | en 12:54

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