DE VUELTA A CASA


Vuelo a través de la noche. Me desplazo a varios metros del suelo, ni siquiera me planteo que debería estar en mi cama, dormido. Planeo sobre un paisaje seco, abundante de arbustos de romero, carrascas y aliagas. Llego a un claro que brilla en la oscuridad. Una docena de cúmulos energéticos con forma humana me esperan. Están levitando a pocos palmos del suelo, formando un círculo que palpita con latidos de colores magnéticos: brillantes amarillos, cálidos naranjas, relajantes azules. No se aprecian ni rasgos ni gestos en esas caras henchidas de luz, pero nos conocemos desde hace mucho tiempo. Me uno al círculo, pues yo mismo soy energía cósmica viajando bajo las estrellas. El lugar en donde debería estar mi corazón se llena de una sensación aterciopelada que se extiende por el resto de mis centros energéticos. Ahora me siento como si estuviera en mi hogar, ahora sé que he vuelto a casa.
-Diario de un Eternauta-

Posted by Altair | en 8:51

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