REVOLUCIÓN


No podemos esperar hasta que el mundo cambie, ni hasta que vengan nuevos tiempos que nos hagan cambiar a nosotros, ni esperar que llegue la revolución y nos arrastre en su nueva carrera. El futuro somos nosotros mismos. Nosotros somos la revolución.
Sólo el hombre es arquitecto de su destino. La mayor revolución es que los seres humanos cambiando la actitud interior de su mente, pueden cambiar los aspectos exteriores de sus vidas.
La mente ha ido atravesando reorganizaciones sucesivas a lo largo de la historia de la evolución hasta alcanzar un punto crucial, el descubrimiento de su propia evolución. Esta nueva conciencia, la de una mente en evolución que reconoce su propio peso evolutivo, es la futura organizadora natural del mundo. Este sentimiento acabará por convertirse en colectivo, envolviendo a todo el planeta y cristalizando en una iluminación a nivel de especie.
Algunos individuos, vinculados entre sí por una atracción común hacia una visión trascendente del futuro, actuarán como punta de lanza en la tarea evolutiva de conducir a la humanidad hacia esa conciencia más amplia. El único camino de salida va en la dirección de una pasión compartida. Nada en el mundo podrá resistir el ardor acumulativo de este alma colectiva, de un número suficiente de personas transformadas que aunen sus esfuerzos para formar una masa crítica que transmute la psicoesfera mental del planeta.
Aunque muchos se resistirán a admitir la idea de que la mente evoluciona, esta acabará por ser aceptada.
El cambio evolutivo es una condición ante la que todas las ideas deben inclinarse, una curva a la que todas las líneas deben ajustarse. Para nuestros descendientes, esta idea resultará tan familiar e instintiva, como lo es para un niño la tercera dimensión del espacio que ahora habitamos.
-Diario de un Eternauta-

Posted by Altair | en 9:17

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