CAUSALIDAD



A medida que el ser humano madura y adquiere experiencia aprende que sus acciones, su conducta, para bien o para mal, tienen unas consecuencias. Es decir, que lo que hacemos genera una fuerza de energía, positiva o negativa, que vuelve a nosotros en la misma proporción. La ciencia demuestra cómo el principio de causalidad se cumple al detalle, por ejemplo, en todas las células sin excepción, porque en el flujo universal de todas ellas ya viene programada la respuesta más adecuada a cada situación concreta.
El principio de causalidad es inexcusable, pero no es menos verdad que también está en nuestras manos optimizar lo negativo, rentabilizar nuestros fallos y fracasos, aprendiendo de ellos y convirtiéndolos en lecciones de vida práctica y sabiduría. Hay momentos en la vida de todo ser humano en los que una experiencia traumática, incluso terrible y nefasta, puede transformarse y optimizarse, dándole una nueva expresión, orientación y motivo.
Se pueden capitalizar los errores y hasta transformar y optimizar la mala suerte y la desgracia, pero con una condición: que nosotros aportemos una inquebrantable esperanza y una tenaz e inteligente actitud mental positiva.
-Diario de un Eternauta-

Posted by Altair | en 14:13

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