BUSCANDO DESTELLOS


Nos preocupamos por el desarrollo psicológico de los niños y por su educación. ¿Pero está todo hecho cuando llegamos a adultos?
Nunca somos productos terminados. La conciencia continúa su camino de profundización y expansión. En cada momento podemos nacer a una vida mejor.
¿Quienes somos?. ¿Cual es el sentido de nuestra vida?. ¿Como podemos conseguir una mayor plenitud?. ¿En qué consiste la felicidad?.
Las preguntas eternas que recorren la historia de la filosofía y de todas las religiones laten también en el interior de cada uno de nosotros como una pulsión que nos empuja a la búsqueda de respuestas. No se trata solo de una búsqueda de bienestar sino también de realización en el mundo, de conseguir atrapar, aunque sea por un instante, un destello de sabiduría.
Los caminos para el desarrollo y el crecimiento personal son casi infinitos. Multitud de escuelas, técnicas y terapias nos ofrecen herramientas poderosas para, al menos, vislumbrar el sentido de nuestra vida, los porqués de nuestros laberintos emocionales o la mágica unión que nos enlaza con todo en el universo.
A veces lo conseguimos adentrándonos en la meditación, otras con técnicas corporales o de respiración o incluso desde las diferentes disciplinas psicológicas. Todas ellas pueden llevarnos a una ampliación de conciencia y a la evolución espiritual.
Las cargas cotidianas, las corazas emocionales, la excesiva identificación con el ego o los sinsentidos del pensamiento pueden ser un obstáculo que nos impide tomar las riendas de nuestra vida y llenarla de sentido.
Somos mucho más que cuerpo y mente, hay una mar de energía universal en cada uno de nosotros que podemos descubrir y avivar. El camino será único para cada uno, basta con tirar del hilo para hallar mucho más de lo que buscábamos. Son muchos los senderos que podemos seguir para descubrir quiénes somos en realidad tras la máscara que tantas veces usamos para mostrarnos al mundo y con la que llegamos a identificarnos peligrosamente.
"Somos polvo de estrellas", dijo Carl Sagan y, siendo así, estaría bien que alzáramos la mirada al cielo cuando estemos desorientados. Será lo mismo que mirar a nuestro interior.

Posted by Altair | en 7:36

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