NIVELES DE PROFUNDIDAD



Tres mariposas nocturnas vuelan alrededor del fuego. La que está mas lejos dice: -Conozco la luz del fuego. La segunda se acerca a la fogata: -Experimento el calor del fuego. La tercera se lanza a las llamas: -Vivo el fuego.

¿Qué profundidad tiene nuestra vida? ¿Conocemos, experimentamos o vivimos? Hay quienes hablan de la vida basándose en las informaciones y conocimientos adquiridos por otros. Esto es un primer nivel, puramente intelectual, pero carente de experiencia.

Hay quienes se acercan a las situaciones y a las personas con cierta timidez, interesados, pero a la vez temerosos del impacto que puedan causar en su vida. Experimentan, pero retroceden cuando su intensidad puede poner en peligro su falsa seguridad.

Hay quienes se lanzan a las llamas de la vida, las viven en sus propias carnes, arriesgan y se comprometen totalmente. Son las personas que dejan huella en el mundo porque son ellas mismas, se definen, se arriesgan, se comprometen y generosamente comparten sus dones.

Vivir supone asumir riesgos. Amar comporta confiar, aceptar nuestra vulnerabilidad y, a pesar de todo, abrirnos a los demás. Si no nos arriesgamos no vivimos ni amamos, tan solo vegetamos y sobrevivimos. Sentimos débilmente y actuamos débilmente, temerosos de comprometernos por miedo a sufrir. Elisabeth Kubbler Ross explicaba que cuando preguntaba a los moribundos a los que acompañaba qué es lo que cambiarían en su vida si pudieran volverla a vivir, la respuesta más frecuente era: "Me arriesgaría más".


Posted by Altair | en 18:59

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