LAS CINCO ERRANTES


En la antigua Grecia se conocía a los planetas como errantes, observaban el cielo bajo el axioma de ser el centro del universo, extrapolando su visión del mundo a las leyes del cosmos. Desde el ombligo de Alejandría creyeron que alrededor de la Tierra giraban las cinco errantes, en un lecho de estrellas fijas, convirtiendo a la Tierra en el centro de la creación.
En 1543 Copérnico formuló su teoría heliocéntrica, demostrando que solo éramos un pequeño planeta azul orbitando alrededor del Sol, y así quedamos desplazados en un rincón del universo. Contra más ahondamos en el abismo sideral, más desplazados del centro del universo estamos, pero ésta asunción de la realidad, lejos de hacernos insignificantes, nos coloca como piezas de un engranaje cósmico inabarcable, donde al igual que nosotros, un sin número de especies forman parte de la gran red de células cósmicas.

Con el tiempo nos daremos cuenta que al igual que ya no somos el centro del universo, tampoco somos el centro de la realidad, que lo que creemos que es real es solo una parte de una realidad mayor que apenas percibimos, y que las leyes aparentes mutan silenciosamente, cambian con nuestra percepción, el mundo visible existe dentro de un mundo invisible.

Posted by Altair | en 14:49

0 comentarios:

Publicar un comentario