EL GRAN SECRETO


Si tenemos el valor de mirarnos en un espejo a los ojos, descubriremos quienes somos, como somos y que le ha pasado a nuestra verdadera esencia, que ha sido dañada por los conflictos sufridos en la vida, pero que en su naturaleza se mantiene intacta dentro de las murallas que creamos para protegernos.
Debemos liberarnos de ese sufrimiento utilizando las energías del amor, la compasión, el perdón a uno mismo y a aquellos que algún día nos dañaron. Desarrollar la auto aceptación hasta transformar la densa negatividad en la energía más sutil de la alegría, alegría existencial por estar vivos.
El gran secreto, la gran práctica, el truco para conquistar nuestra paz interior, reside en la respiración. Algo tan simple y primordial como el acto de respirar, nos va a permitir alcanzar la maestría sobre el pensamiento y las emociones, nos va a permitir sanarnos a nosotros mismos y alcanzar un control total del cuerpo físico, emocional, mental y espiritual.
La meditación centrada en el acto de respirar es una de las herramientas más simples, pero a la vez más efectivas que existen, para conseguir esa paz interior que tanto buscamos. Esa paz interior que facilitará que nuestro sistema inmunitario se fortalezca, que nuestra mente se relaje, que nuestro cuerpo comience a reorganizar la producción de hormonas que con la confusión mental, fabricábamos caóticamente y desequilibraban nuestros órganos internos.
El pensamiento y las emociones forman parte de nuestra vida, dependiendo del tipo de pensamientos que tengamos, nuestras emociones serán mejores o peores, haciendo que nos sintamos felices o tremendamente desgraciados.
No les damos la verdadera importancia que tienen, pero si nos habituamos a observar con detenimiento y desde la distancia, nos daremos cuenta del potencial que tenemos. Si conseguimos fluir con el caudal de pensamientos que se mueven por nuestra mente, sin agarrarnos a esos pensamientos negativos que reiteradamente aparecen sin control alguno, estaremos liberando nuestra capacidad de desarrollar nuestra energía creativa, nuestra resonancia positiva con el universo.
Los pensamientos y las emociones son dos manifestaciones de la energía, por lo tanto los pensamientos y la emociones negativas influyen en nuestro equilibrio energético y a la larga afectan nuestra salud mental y física.
Pensar por pensar, parece más inteligente pensar bien.
Hablar por hablar, parece más inteligente hablar bien.
Sentir por sentir, parece más inteligente sentir bien.
Y hacer por hacer, parece más inteligente... simplemente hacer el bien.

Posted by Altair | en 17:21

0 comentarios:

Publicar un comentario