En Orbita Lunar

En el inicio de vuestra vida tenéis pocas defensas del ego para entender o rechazar los efectos de ser ignorado, ridiculizado y criticado. A medida que crecéis, los encontronazos negativos acumulados afectan vuestra propia valoración y lo que esperáis del mundo. Padecéis un déficit y tenéis un natural deseo de compensarlo consiguiendo energía de otras personas. Llegar a ser conscientes de cómo rebajáis vuestra propia persona os ayuda a asumir la responsabilidad que os corresponde realmente en cualquier intercambio negativo de energía. El conocimiento de cómo competís por la energía es el primer paso hacia reclamar vuestro propio poder. El equilibrio comienza a restablecerse cuando dejáis de asediar a los demás para reponer vuestra carga energética y buscáis dentro de vosotros la conexión con el universo. Una vez que os habéis liberado del control como vuestro único recurso para conseguir lo que queréis, vuestra vidas se abren milagrosamente. Permitir que el universo os guíe devuelve el misterio a vuestra existencia y os hace sentir auténticamente vivos. Os dirigís hacia la trascendencia cuando buscáis respuestas dentro de vosotros, cuando cesáis de culpar a otros de vuestros sentimientos y comenzáis a referiros a vuestras propias emociones y a vuestra intuición como vuestras maestras.