En Orbita Lunar

A pesar de las apariencias, todos somos seres sin fronteras. En lo más profundo, la variedad de diferentes realidades que toman forma en el universo no son sino una sola conciencia.

La mejor manera de destruir el puente entre lo visible y lo invisible es practicar con continuidad la experiencia de sentir y emocionarnos con lo más sencillo. El secreto de la existencia es simplemente existir y ser conscientes de ello.

Si una persona llega a perder su código de vida, su sentimiento de totalidad existencial durante mucho tiempo, las células físicas, tarde o temprano, también lo pierden. Eso puede llevar a una situación problemática de salud, casi irreversible.

El conjunto de valores humanos, filosóficos y éticos de una persona, así como su sistema de creencias y de fe en la vida, condicionan ampliamente el funcionamiento de su circuito energético.

No tenemos que permanecer separados. Al ver una rosa, convirtámonos en la rosa. Al ver una puesta de sol, perdámonos en ella. No nos quedemos al margen, fríos. No permanezcamos como simples espectadores, convirtámonos en participantes, en experimentadores. Al ver el cielo lleno de estrellas seamos también una parte de él, seamos estrellas. Participemos en la danza del universo.