En Orbita Lunar

Toda manifestación surge de un estado de conciencia. Es el resultado de un cómputo de conciencia que se nutre de todo lo existente. Aunque no nos demos cuenta, todo lo que hacemos trasmite un mensaje, encierra una voluntad creadora, una intención por compartir. El don de repercutir con cada uno de nuestros actos. De modo que siempre estamos expresándonos, revelando un mensaje cristalizado que se proyecta hacia los canales sensoriales de los demás. Emitimos señales que nos determinan y desnudan nuestra realidad interior.

Consciente o inconscientemente todos nosotros somos mensajeros. Cuando hablamos y cuando callamos, desde el sonido y desde el silencio, construimos las estructuras posibles de la realidad. Nos hacemos trasparentes con cada manifestación creativa. Somos receptores e impulsores de la conciencia. De la manifestación de la UNICA CONCIENCIA.