CIENCIA DE LA ACEPTACIÓN


¿Cuánto somos capaces de aceptar?
¿Qué estratos de realidad?
¿Cuánto conocimiento queremos descubrir?
¿Hasta donde queremos llegar en nuestro viaje a través de la conciencia?

Para aceptar la verdad de cada instante hay que despojarse de tus propias verdades.
El conocimiento implica un dolor equivalente al propio conocimiento que descubres, dolor de sentirse equivocado, de que tus principios, leyes y normas se volatilicen. Nada preexiste predeterminado.


Aceptarse a uno mismo en este viaje consciente, perfectos en la imperfección. Dejar que las cosas de la vida lleguen, dejen su poso, y se vayan hacia la expansión, bendecidas, arremolinadas en su flujo. Absorbido ya el néctar de su experiencia.
Aceptar el privilegio de estar vivos, su desafío, sentirnos la suma colectiva del espíritu de este tiempo, del ahora, del siempre. Más allá de lo eterno nos queda la nada, donde entramos vírgenes como vestales en la iniciación, disueltos en la etereidad.


Si eres capaz de aceptar fuera de tu matriz de intereses, y aceptar que cada respuesta trae consigo una pregunta, la experiencia se convierte en un juego de realidades parecido a un teatro de sombras chinas, donde lo importante es no acomodarse a una sola realidad, no anclarse a un solo arquetipo. Si estas abierto a ilimitadas posibilidades que sólo son, potencialidad e inercia, descubres que no hay reglas, no hay leyes que sostengan ninguna cosmovisión única, no hay límites para ser, no hay límites para percibir, somos creadores de posibilidades futuras, creamos en el tejido del tiempo y fuera del tiempo, constantemente. Todo lo que ves forma parte de ti, todo lo que no ves forma parte de ti, pues todo hunde su raíz en lo invisible.

Posted by Altair | en 10:41

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