QUE SE PARE EL MUNDO QUE ME BAJO.


Siento una sensación de vértigo e impotencia que hace que mi interior grite: ¡Que se pare el mundo, que me bajo!
Siento una gran vergüenza por todo lo que está sucediendo en nuestra Tierra: guerras, atentados, fundamentalismo religioso, corrupción política, contaminación, algún desastre nuclear que otro, envidia, odio, violencia, avaricia, ego, ego, ego, ego de tantos humanos que no ven más allá de su ombligo.
Esta realidad esta consensuada desde el control de unos pocos y la ignorancia de muchos, desde el borreguerismo de los recesivos que prefieren que otros tomen sus decisiones porque así ellos no tienen que esforzarse en pensar. Así nos va, esta realidad es una traducción en tres dimensiones del estado de nuestra conciencia colectiva. Flaco favor nos estamos haciendo a nosotros, a nuestro mundo y por supuesto, al universo. Retrasamos la evolución, somos el eslabón débil de la cadena evolutiva universal. Demasiado anclados a la materia, a las posesiones, a la comodidad.
¿Cómo cambiar este estado de cosas?
De uno en uno es difícil cambiar una realidad consensuada por muchos, es difícil influir en un grupo. Si en este momento sentimos que nuestra resonancia vibratoria está en otro nivel del de la colectividad, tendremos que separarnos de esa colectividad y crear grupos de vibración afín. Ser la fuente de esas nuevas colectividades armónicas. Cambiar los paradigmas sociales basados en el dinero y el poder. A fin de que se produzcan cambios importantes y permanentes en el planeta, tenemos que crear agrupaciones en donde nos podamos relacionar y gestionar proyectos que comiencen a afectar al grupo total humano. Nuestro mundo y el nivel en el que está es el reflejo de la conciencia total combinada de todos sus habitantes.
La conciencia es todo, y crea la experiencia. La conciencia de grupo es poderosa y produce resultados de indecible belleza o de insoportable fealdad. La elección es nuestra.
Si no estamos satisfechos de la conciencia de nuestro entorno social, intentemos cambiarlo. La mejor manera de cambiar la conciencia de otros es por medio del ejemplo.
Si el ejemplo de uno no es suficiente, formemos nuestros propios grupos de vibración y pensamiento. Seamos nosotros la fuente de la conciencia de cambio que deseamos experimentar.
Dejemos de ser mansos borregos.
-Enlazador de Mundos Solar Blanco-

Posted by Altair | en 19:23

2 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy totalmente de acuerdo. Esta semana, la conversación giraba en torno a Japón en todas partes. Pero para mi sorpresa, la gente se mofaba del sentido de comunidad que tienen, de como se ofrecían voluntarios para ir a la central nuclear de Fukushima, de la pacíficamente que se iban de las tiendas sin alimentos o de como rezaban los bomberos ante cada cadaver.....Es curioso que no se entienda que cada bombero en la central nuclear estaba ofreciendo su vida a cambio de la de muchos, sus familiares, amigos, vecinos...Que no hace falta que nos convirtamos en vandálicos cuando sabes que un desconocido te va a ayudar, que no es necesario exhibir a los muertos, cuando lo importante es respetar a los familiares que los han perdido. Y llaman tontos a los Japoneses. Cuando hace unos 15 años estudiaba japones, mi profesor Ko Tasawa, decía que los japoneses no entienden el sentido del humor de los españoles. El chiste que consiste en burla en la mayoría de las ocasiones, es imcompresible en una sociedad en la que el respeto al prójimo se les enseña desde que nacen. Si los Japoneses son tontos...que pare el mundo, que me bajo!!

Altair dijo...

Los que suelen reirse de sus semejantes, zaherir, juzgar, dominar, forzar, insultar, no escuchar, etc, etc, etc... acostumbran a relacionarse desde sus propias carencias.
Hay que desarrollar la empatía desde el respeto y la comprensión de que todos somos Uno, una marea de energía sin posible medida.
Somos Uno y hasta que este concepto no se asimile, siempre habrá personas que se considerarán mejores que los démás.
Pero para comprender que somos Uno, hay que sentir y experimentar que somos energía y que el Universo en su infinitud es esa misma energía vibrando en eternas escalas de música resonante y creativa.
Somos la misma melodía sonando en diferentes octavas.
Cabalga el Flujo¡¡¡

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