En Orbita Lunar

En toda búsqueda ansiamos llegar a puertos donde nuestras preguntas encuentran respuesta, semejantes a oasis donde recuperar el aliento y la energía gastada en tan largo viaje. Cuando esto ocurre, la verdad se nos presenta sinuosa y fascinante, nos penetra y redime cada una de nuestras células, cohesionándolas y redireccionando nuestra posición en el mundo ; algo en nuestro interior a cambiado para siempre, cada información relevante nos interpreta y reajusta para adquirir un nuevo rol.

Pero los oasis son a la vez espejos en el desierto que materializan nuestros deseos. Espejismos fulgurantes que reflejan lo que queremos ver. Cuando llegamos a una nueva estación es cuando hay que ser más honestos con uno mismo, dejar que las verdades revoloteen en nuestro interior, nos vitalicen y dejen su incierto poso. Las certezas solo son un empujón hacia un nuevo objetivo, hacia un nuevo puerto donde nos esperará un nuevo oasis. Cada verdad tiene su espacio en el tiempo, nos sirve para un momento concreto, pero para seguir caminando hay que despojarse de las verdades aprendidas, hacer hueco para las nuevas, estar libre de verdades para volver a encontrarlas. Mantener siempre los ojos bien abiertos.