TERRITORIOS DEL EGO 5



LA DEPENDENCIA a amuletos, talismanes, cristales, imágenes o a cualquier otro objeto, sistema o creencia de la que dependamos para fortalecernos ante nuestra inseguridad personal.

Es cierto que los materiales y los objetos, tienen su propia energía y que el contacto con ellos, en especial con minerales como los cristales de cuarzo, producen cambios en nuestra vibración personal y que pueden ayudarnos en situaciones que en un momento determinado nos estén afectando. También es cierto que algunas formas, figuras, imágenes o colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan, algunas veces positivamente y otras desde una percepción personal de la negatividad.

Estos objetos como cadenas con cruces, estrellas de David, cristales de cuarzo, y todo lo demás que todos conocemos, nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema aparece cuando estos objetos se convierten en amuletos de los que dependemos dándoles más poder del que en realidad tienen.

Hay seres humanos que se sienten indefensos sin su cruz, su estampa religiosa, su cristal de cuarzo, el dibujo de su ángel, y viven desde la percepción de que su seguridad depende de su amuleto, desviando la responsabilidad de tener una actitud interior constructiva y positiva sobre su propia vida, a la muleta exterior que le dará seguridad y al mismo tiempo le eximirá de la responsabilidad del estado de su propia realidad.

Evidentemente cuando el amuleto desaparece, se extravía o se rompe, se interpreta como un presagio negativo sobre el porvenir real de lo que se va a vivir a partir del momento en que no se tiene el amuleto salvador. Este sentimiento se desarrolla a partir de la idea de que somos unos seres indefensos ante la inmensidad del Universo, además las personas dependientes sienten también que todo lo que les rodea es una amenaza potencial hacia su integridad, porque nadie les ha enseñado que ese sentimiento de amenaza se crea desde su propia percepción de inseguridad ante el mundo.

Vivimos en un Universo mental. La energía sigue al pensamiento, todo lo que pensamos, lo que sostenemos, lo que sentimos, conforma nuestra realidad, crea nuestro estado real como ser humano. ¿Por qué no creer, crear, entonces que el mejor amuleto somos nosotros mismos? Nosotros mismos con nuestros pensamientos y percepciones, con nuestra capacidad de crear la realidad. Nada ni nadie puede despojarnos de lo que somos realmente, si somos lo bastante valientes para asumirlo.

SOMOS EL UNIVERSO, SOMOS LA TOTALIDAD, SOMOS UNO.


Posted by Altair | en 11:29

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