TERRITORIOS DEL EGO 7




SACRIFICARSE POR OTROS. No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por nuestros semejantes deberán hacerse desde la positividad y el amor, lo cual no significará nunca un sacrificio, o de lo contrario evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero, constructivo, positivo, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y a veces, hasta se puede sentir odio.

El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y muy bien visto. Uno puede sacrificarse por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los que están desamparados, por los enfermos, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que le da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que una exposición muy resumida de la acción equivocada de nuestro ego.

El sacrificio va muy de la mano de la manipulación. Por ejemplo: una madre que ha dejado su vida laboral de lado por sus hijos, tarde o temprano, podrá utilizar su postura como válida para exigir algo de ellos. La pareja que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir una recompensa. No nos olvidemos que estamos hablando de sacrificio, no de amor, términos que muchas veces se meten en el mismo saco y se llegan a confundir.

Sacrificio es igual a obligación, por lo tanto siempre se espera una recompensa. Amor es igual a alegría, respeto y generosidad, cuando alguien es generoso y respeta la realidad de sus semejantes, actúa desde la alegría y no espera nada a cambio.

La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia ningún dios, ni hacia ninguna satisfacción moral, como muchos creen.

Haz las cosas por y con amor, o no las hagas.




Posted by Altair | en 8:37

0 comentarios:

Publicar un comentario